Diferencia entre revisiones de «Huevos de Dragón»

De Xhodon
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Gracias a exhaustivas investigaciones mágicas se adquirió el conocimiento necesario para crear huevos de dragón. Los huevos almacenan el maná utilizado. Además son muy sólidos y resistentes. Si se los deposita en un terreno desconocido, brotará de ellos un nuevo árbol de la vida. Pero también se pueden volver a convertir en maná. Para criarlos se necesita resina dorada y piedras de poder. En caso de ataque, el huevo de dragón solo recibirán una décima parte del daño que se le infrinja.El huevo de dragón: Antaño, de un solo huevo de dragón solían nacer varios dragones. Sin embargo, hay que tener cuidado con lo que se dice de ellos. En realidad, hay dos tipos de huevos: por un lado están los naturales, de los que aún hoy en día siguen saliendo las jóvenes crías de dragón; y por otro, están los huevos mágicos, que cría la mano del mago. El huevo de dragón irradia una luminosidad majestuosa que resplandece con los más puros colores cuando la luz se posa sobre él. En la mañana, su tonalidad es de un verde suave que se torna e a un azul pálido; a mediodía, brilla con un color rojo suave que se convierte en un naranja vivo y, por la noche, su luz es de un color dorado fluorescente y penetrante. En esta hora mágica en la que brilla como el oro, el huevo se resquebraja y derrama un líquido dorado que hace que brote y crezca un nuevo árbol de la vida en un valle aún sin habitar. Aunque muchos aficionados inexpertos creen que el huevo de dragón no es más que un simple huevo, se equivocan; pues el huevo de dragón puede llegar a medir un metro y medio aventajando así a la mayoría de huevos conocidos. De cerca, la superficie del huevo resulta muy escamosa, casi como si fuera de cuero, pero en verdad es tan lisa como el hielo. Cuando un mago o una maga posa su mano sobre la dura e impenetrable cáscara siente, o al menos eso dice la leyenda, un ligero cosquilleo y cae como en trance... El huevo de dragón, como todo mago sabe, se cría en el misterioso criadero. Cómo se origina, no lo sabe nadie con certeza, pero se dice que con ayuda de resina dorada, piedras de poder y una fórmula secreta el huevo de dragón nace y empieza a crecer. Desde hace siglos los estudiosos y los sabios de las más renombradas universidades de todo el país le dan vueltas al misterio que rodea el huevo del dragón y, a pesar de todo, hasta el día de hoy no han conseguido siquiera hacer un pequeño rasguño en la superficie del gran secreto... Con todo, la más pequeña revelación bastó para adquirir la habilidad de crear huevos de dragón y obtener de ellos el valiosísimo maná.
 
Gracias a exhaustivas investigaciones mágicas se adquirió el conocimiento necesario para crear huevos de dragón. Los huevos almacenan el maná utilizado. Además son muy sólidos y resistentes. Si se los deposita en un terreno desconocido, brotará de ellos un nuevo árbol de la vida. Pero también se pueden volver a convertir en maná. Para criarlos se necesita resina dorada y piedras de poder. En caso de ataque, el huevo de dragón solo recibirán una décima parte del daño que se le infrinja.El huevo de dragón: Antaño, de un solo huevo de dragón solían nacer varios dragones. Sin embargo, hay que tener cuidado con lo que se dice de ellos. En realidad, hay dos tipos de huevos: por un lado están los naturales, de los que aún hoy en día siguen saliendo las jóvenes crías de dragón; y por otro, están los huevos mágicos, que cría la mano del mago. El huevo de dragón irradia una luminosidad majestuosa que resplandece con los más puros colores cuando la luz se posa sobre él. En la mañana, su tonalidad es de un verde suave que se torna e a un azul pálido; a mediodía, brilla con un color rojo suave que se convierte en un naranja vivo y, por la noche, su luz es de un color dorado fluorescente y penetrante. En esta hora mágica en la que brilla como el oro, el huevo se resquebraja y derrama un líquido dorado que hace que brote y crezca un nuevo árbol de la vida en un valle aún sin habitar. Aunque muchos aficionados inexpertos creen que el huevo de dragón no es más que un simple huevo, se equivocan; pues el huevo de dragón puede llegar a medir un metro y medio aventajando así a la mayoría de huevos conocidos. De cerca, la superficie del huevo resulta muy escamosa, casi como si fuera de cuero, pero en verdad es tan lisa como el hielo. Cuando un mago o una maga posa su mano sobre la dura e impenetrable cáscara siente, o al menos eso dice la leyenda, un ligero cosquilleo y cae como en trance... El huevo de dragón, como todo mago sabe, se cría en el misterioso criadero. Cómo se origina, no lo sabe nadie con certeza, pero se dice que con ayuda de resina dorada, piedras de poder y una fórmula secreta el huevo de dragón nace y empieza a crecer. Desde hace siglos los estudiosos y los sabios de las más renombradas universidades de todo el país le dan vueltas al misterio que rodea el huevo del dragón y, a pesar de todo, hasta el día de hoy no han conseguido siquiera hacer un pequeño rasguño en la superficie del gran secreto... Con todo, la más pequeña revelación bastó para adquirir la habilidad de crear huevos de dragón y obtener de ellos el valiosísimo maná.
  

Revisión de 02:27 3 nov 2009

Criaturas
Carros de Unicornio • Centauro Histérica • Centauros Salvajes • Duendes • Elfos mago • Enanos con Hacha de Doble Filo • Enanos que blanden el Hacha • Gigantes Árbol • Guerreros del Hielo • Hadas de la Tormenta • Hadas del Fuego • Huevos de Dragón • Niños del Poder • Sacerdotes de la Guerra • Semigigantes Cantores • Tiradores de arco élfico • Troles Lanzadores de Piedras

Gracias a exhaustivas investigaciones mágicas se adquirió el conocimiento necesario para crear huevos de dragón. Los huevos almacenan el maná utilizado. Además son muy sólidos y resistentes. Si se los deposita en un terreno desconocido, brotará de ellos un nuevo árbol de la vida. Pero también se pueden volver a convertir en maná. Para criarlos se necesita resina dorada y piedras de poder. En caso de ataque, el huevo de dragón solo recibirán una décima parte del daño que se le infrinja.El huevo de dragón: Antaño, de un solo huevo de dragón solían nacer varios dragones. Sin embargo, hay que tener cuidado con lo que se dice de ellos. En realidad, hay dos tipos de huevos: por un lado están los naturales, de los que aún hoy en día siguen saliendo las jóvenes crías de dragón; y por otro, están los huevos mágicos, que cría la mano del mago. El huevo de dragón irradia una luminosidad majestuosa que resplandece con los más puros colores cuando la luz se posa sobre él. En la mañana, su tonalidad es de un verde suave que se torna e a un azul pálido; a mediodía, brilla con un color rojo suave que se convierte en un naranja vivo y, por la noche, su luz es de un color dorado fluorescente y penetrante. En esta hora mágica en la que brilla como el oro, el huevo se resquebraja y derrama un líquido dorado que hace que brote y crezca un nuevo árbol de la vida en un valle aún sin habitar. Aunque muchos aficionados inexpertos creen que el huevo de dragón no es más que un simple huevo, se equivocan; pues el huevo de dragón puede llegar a medir un metro y medio aventajando así a la mayoría de huevos conocidos. De cerca, la superficie del huevo resulta muy escamosa, casi como si fuera de cuero, pero en verdad es tan lisa como el hielo. Cuando un mago o una maga posa su mano sobre la dura e impenetrable cáscara siente, o al menos eso dice la leyenda, un ligero cosquilleo y cae como en trance... El huevo de dragón, como todo mago sabe, se cría en el misterioso criadero. Cómo se origina, no lo sabe nadie con certeza, pero se dice que con ayuda de resina dorada, piedras de poder y una fórmula secreta el huevo de dragón nace y empieza a crecer. Desde hace siglos los estudiosos y los sabios de las más renombradas universidades de todo el país le dan vueltas al misterio que rodea el huevo del dragón y, a pesar de todo, hasta el día de hoy no han conseguido siquiera hacer un pequeño rasguño en la superficie del gran secreto... Con todo, la más pequeña revelación bastó para adquirir la habilidad de crear huevos de dragón y obtener de ellos el valiosísimo maná.